Mes: May 2015

por qué no voté el 24M

Crecí en democracia. Crecí con ilusión y confianza, con esperanza y con garantías. Parecía que los años oscuros habían quedado en el pasado.

Pero una seta crece, aprende, escucha, observa, lee. Y resulta que todo eso en lo que creía se desvanece, era una falacia. Demo qué??

Ah! que mi voto no vale lo mismo que uno del PP, y eso? Ah que a IU le cuesta tres veces más votos conseguir un escaño? Ah! que como vivo en Madrid mi voto vale menos que uno de Cuenca.

Muy bonito todo, y como dices que se llama? Ley D’Hondt. Ah! y quién dice que nos la impuso? EEUU. Ah!

Todo estupendo y maravilloso.

Toda la vida diciendo que había que votar porque eso era participar en democracia. Toda la vida renegando de los que no echaban el papel en la urna. Y aún sabiendo lo que sabía yo acudía como buena demo(á)crata.

Pero ya no. Porque nos vinieron con el cambio, y nos tocaron la fibra. Nos volvieron a llenar de ilusión, y al final para qué? para que todo siga igual? Para que los más votados los sigan siendo aun 25sin absolutismos? Para que se alíen los mismos perros y todo siga como estaba?

Ya no. Ya no me la dan otra vez. Que hagan lo que quieran con este engaño, con este timo. Los que mandan no van inscritos en una lista, no van metidos en una urna. Los que mandan son los que están guardando nuestro dinero, los que especulan con él, los que chantajean con el valor de las personas.

Además solo hay tres o cuatro personas a las realmente apoyaría, pero no las puedo votar porque no me corresponde esa lista.

Demo qué? Lo siento. Esta seta ha vuelto a su lado más punky, se acabaron los grandes cambios y los grandes pensamientos. Todo empieza por lo pequeño, todo empieza por el barrio, la escuela, la comunidad. La verdadera revolución comienza en unx mismx.

En todo caso la única papeleta que me representa es esta: (pero en Madrid)

 

«La diferencia entre democracia y dictadura consiste en que en democracia puedes votar antes de obedecer órdenes»- Bukowski.

 

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Añoranzas

Añoro los besos, las caricias, los roces, el contacto.

No me acostumbro a esta vida. Añoro orgasmar al lado de alguien, que me contemple, que me observe. Echo en falta esos besos a los que me acostumbré, que haya algo de pasión, de morbo, de complicidad.

Recuerdo unos dedos acariciando toda mi piel, el cuello, las nalgas, los muslos, la cara, los pies, mi vulva. El contacto de los labios húmedos y calientes, la saliva por mi cuerpo desnudo.

Ya no hay ganas, ni posturas, ni deseo, ni atracción. Poner el culo cada dos meses no es mi concepto de erótica ni de amatoria. Hay una gama infinita de posibilidades, y yo siento que las estoy perdiendo todas.

Lo peor es que no estoy sola, pero como si lo estuviera. Y para esto me planteo entonces que quizá lo mejor es abandonar del todo. Cortar el último hilo del que depende todo esto. Cerrar página, poner un punto y final.

La verdad que no tengo ni fuerzas, ni motivación, ni ganas. Me creí un poco feliz porque veía un cambio, pero al final el cambio no ha dado resultado. Creo que he vuelto donde empecé. Creí que andaba por un camino, cuando en realidad estaba en un columpio, donde todo lo que avancé, a vuelto a regresar.

No soy una seta al uso, necesito de otra para reproducirme. Pero he debido equivocarme de camino, ahora solo ando perdida en un campo yermo, estéril.

Qué importante es sentirse atraída. Algunas mujeres odian ser objeto cuando en realidad la cosa va de sujetos y objetos que se desean. Otras deseamos ser deseadas por quienes deseamos, pero parece que eso nunca llega.

Quiero follar, gritar, morir de amor. Pero contigo ya no. Contigo ya no es suficiente.