Crecí en democracia. Crecí con ilusión y confianza, con esperanza y con garantías. Parecía que los años oscuros habían quedado en el pasado.
Pero una seta crece, aprende, escucha, observa, lee. Y resulta que todo eso en lo que creía se desvanece, era una falacia. Demo qué??
Ah! que mi voto no vale lo mismo que uno del PP, y eso? Ah que a IU le cuesta tres veces más votos conseguir un escaño? Ah! que como vivo en Madrid mi voto vale menos que uno de Cuenca.
Muy bonito todo, y como dices que se llama? Ley D’Hondt. Ah! y quién dice que nos la impuso? EEUU. Ah!
Todo estupendo y maravilloso.
Toda la vida diciendo que había que votar porque eso era participar en democracia. Toda la vida renegando de los que no echaban el papel en la urna. Y aún sabiendo lo que sabía yo acudía como buena demo(á)crata.
Pero ya no. Porque nos vinieron con el cambio, y nos tocaron la fibra. Nos volvieron a llenar de ilusión, y al final para qué? para que todo siga igual? Para que los más votados los sigan siendo aun 25sin absolutismos? Para que se alíen los mismos perros y todo siga como estaba?
Ya no. Ya no me la dan otra vez. Que hagan lo que quieran con este engaño, con este timo. Los que mandan no van inscritos en una lista, no van metidos en una urna. Los que mandan son los que están guardando nuestro dinero, los que especulan con él, los que chantajean con el valor de las personas.
Además solo hay tres o cuatro personas a las realmente apoyaría, pero no las puedo votar porque no me corresponde esa lista.
Demo qué? Lo siento. Esta seta ha vuelto a su lado más punky, se acabaron los grandes cambios y los grandes pensamientos. Todo empieza por lo pequeño, todo empieza por el barrio, la escuela, la comunidad. La verdadera revolución comienza en unx mismx.
En todo caso la única papeleta que me representa es esta: (pero en Madrid)
«La diferencia entre democracia y dictadura consiste en que en democracia puedes votar antes de obedecer órdenes»- Bukowski.